En abril del 2016 viajamos hacia Cantabria para participar en el 1er Encuentro Cántabro de Barranquismo
coincidiendo con el 4º Encuentro Nacional de Barrancos de FEDME. Hacía tiempo
que teníamos en mente ir a barranquear por Cantabria y con la excusa de
participar en el encuentro la oportunidad fue clara.
Concretamente el encuentro se
realizó en Vega de Pas, un pequeño pueblo situado al sur-este de Cantabria.
Durante los tres días que duró el
encuentro descendimos los tres barrancos clásicos de la zona: Yera 1, Yera2 y Ajan, y otro barranco de nueva
apertura exclusivamente para el encuentro: Peñallana.
Barrancos en Vega de Pas:
Encontramos dos tipos de
barrancos en la zona de Vega de Pas, algunos muy verticales y normalmente poco
acuáticos y otro tipo que son menos verticales pero más acuáticos. En lo que
coinciden la mayoría de los barrancos es que son de carácter muy abierto y muy
resbaladizo.
Día 1- Viaje hacia Vega de Pas:
Salimos en coche desde Girona alrededor
de las 15:00h, recogemos a una compañera en Barcelona y haciendo alguna que
otra parada más por el camino llegamos por la noche a Vega de Pas, en total conllevó
unas 10 horas de viaje. Una vez allí nos encontramos con otras dos compañeras
que nos esperaban en el apartamento.
Como normalmente hacemos en todos
nuestros viajes optamos por alquilar un apartamento, porque éramos 5 personas
y era la opción que nos permitía tener
más espació y comodidad.
Día 2- Descenso de Yera 1:
Nos levantamos pronto y lo
primero que vemos es que el día está muy gris y la previsión meteorológica para
todo el día no es nada buena, aun y así salimos a la 9 de la mañana con la idea
de descender el Yera 1 y el Yera 2, los dos barrancos están situados en sector de Trueba, a muy
pocos quilómetros del pueblo. Una vez subimos por la carretera que nos lleva a
la zona de los barrancos nos encontramos con el primer problema, la carretera
estaba en obras lo que conllevaba que las referencias topográficas habían
desaparecido, dificultándonos mucho encontrar el barranco, además con la
circulación de las máquinas trabajando nos obligó a estar muchos ratos parados
esperando el paso. Una vez encontrado el Yera 1 nos cambiamos y accedemos a al
cañón subiendo por la derecha orográfica de la primera cascada donde nos espera
el primer rapel de 30 metros. El Yera 1 es un barranco de carácter vertical con
12 rapeles, siendo el más alto de 30 metros y el más bajo de 10 metros, durante
todo el año suele llevar agua, nosotros con las lluvias lo encontramos más
cargado de lo habitual pero al ser de carácter muy abierto no supuso ningún
problema.
Terminamos el barranco lloviendo y debido al gran retraso
que habíamos acumulado con los imprevistos de la mañana nos quedamos sin tiempo
para ir a descender el Yera 2. Nos volvemos hacia el apartamento y nos vamos al
centro donde se organiza el encuentro para recoger la inscripción y asistir a
las diferentes conferencias.
Día 3- Descenso de Ajan y Yera 2:
Después de toda la noche
lloviendo sin parar amanecemos otra vez con el día gris y con malas previsiones
meteorológicas para todo el día, por tanto decidimos hacer el Yera 2 y el Ajan,
los dos barrancos también están situados en el sector de Trueba. Empezamos por
el Ajan, con una aproximación de 35 minutos, enseguida llegamos al inicio del
cañón, lo primero que vimos es que el caudal del río era muy alto, pero no nos
conlleva ningún problema porque es un barranco muy abierto y muy intermitente,
la mayoría del tiempo se puede ir por el mismo camino de acceso por fuera del
rio, pudiendo evitar los puntos más conflictivos por el alto caudal. Terminamos
el descenso en una hora y nos vamos al Yera 2, un pequeñísimo descenso ya que
sólo consta con tres rapeles, siendo el más alto de 15 metros pero con mucho
encanto y añadiendo el alto caudal que encontramos fue ideal para terminar la
jornada.
Día 4- Descenso de Peñallana:
Situado en el mismo sector el
Peñallana es uno de los barrancos de nueva apertura, desde la carretera ya se
puede ver que es un barranco muy vertical y abierto, consta de una serie de
cascadas enlazadas de entre 20 y 30 metros, rapeles volados y muy delicados
debido a que hay muchos roces. Lo mejor del barranco son las vistas de las que
pudimos disfrutar, se veía todo el valle, cuando la niebla nos lo permitía. Muy
recomendable.
Nuestra escapada termina con este descenso, nos vamos con un poco de mal sabor de boca esta vez, debido a que no pudimos completar nuestros objetivos por el mal tiempo y otros infortunios. Nuestros agradecimientos a la organización del encuentro por la gran labor y por ser tan atentos y especialmente a Juan Carlos Alonso (Caimanejo) y Alicia Humara por toda la ayuda prestada.
Equipo: Albert Gironès, Albert
Herce y Anna Miret.
Fotografía: Albert Gironès y
Albert Herce.
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